El caso Marta del Castillo (II): 

¿HABRÍAN CONDENADO A CARCAÑO EN UN JUICIO SIN CONFESIÓN?


No sé hasta que punto se es consciente de la extrema debilidad de las pruebas de cargo contra Miguel Carcaño. Si eliminamos su admisión de culpabilidad, queda muy poca cosa, apenas un conjunto de evidencia bastante dudosa, que tan solo adquiere relevancia probatoria si se examina en el contexto de la admisión de culpabilidad, y que se difumina sin este. La única prueba digna de tal nombre es la mancha de sangre de Marta en la cazadora de Carcaño, pero incluso esa evidencia, objetivamente importante, pierde potencia ante la posibilidad de explicaciones alternativas. Porque es una pequeña mancha aislada, compatible con el relato autoinculpatorio de Carcaño, pero en ausencia de este también compatible con explicaciones alternativas: El sospechoso puede “recordar” de repente alguna pequeña herida sin importancia de Marta, tal vez en una uña, ese mismo día o tal vez días o semanas antes, pero suficiente para ofrecer una explicación posible para la gota de sangre. Que no se crea, o que parezca muy sospechoso, o muy oportuno, no elimina el hecho objetivo de que esas explicaciones alternativas son posibles y nada hay que las descarte a priori. Siendo la mancha de sangre en la chaqueta importante lo es como apoyo, porque por sí misma no tiene demasiada fuerza. Se halló, por ejemplo, una mancha de sangre de una mujer que no es Marta en un pantalón vaquero en la casa de León XIII y no se le ha asignado ningún significado siniestro.

 

El resto de la supuesta evidencia es mucho más débil y tan solo adquiere relevancia si consideramos previamente los relatos de Carcaño. Rastros de ADN de Marta en distintos lugares (silla de ruedas, tensiómetro, suelo de la habitación, …) de los que no podemos saber cuando se dejaron en esos lugares, ni por qué medio. Por ejemplo, el ADN en el suelo de la habitación, mezcla de Marta y Cuco, pudo haber sido dejado por este otro día anterior al del crimen. Al igual que el ADN de Marta en la silla de ruedas y el tensiómetro, que podría lleva allí meses. No quiero decir que esto sea lo más probable, sino que son rastros genéticos encontrados en una casa que la víctima había visitado muchas veces, aunque fuera hace tiempo. Que incluso la habitación de Carcaño podría llevar sin ser limpiada a fondo desde hace meses, desde su marcha a Camas, y que no hablamos de rastros de sangre, como en la cazadora, sino de simples rastros genéticos sin soporte identificado. Se consideran pruebas importantes porque Carcaño declaró que mató a Marta en su habitación y que después el cadáver estuvo en contacto con el tensiómetro y la silla de ruedas, pero en ausencia de esa confesión, su fuerza acusatoria es escasa.

 

El episodio de la silla de ruedas descrito por un vecino de Carcaño resulta crucial (y nos dará la clave para reinterpretar el caso), pero está lastrado por la imposibilidad material de que la hora descrita pueda implicar a Carcaño. Lo que declaró el vecino es que estaba esa noche en su casa con su novia, y que poco después de la una de la madrugada recibió un sms de unos amigos con los que habían quedado. Contestó al mensaje con otro, a la 1.11 donde pedía disculpas por el retraso, contándoles que su novia, que estaba enferma, se había quedado dormida y no había querido despertarla, pero que ya iban. Contó que despertó a su novia y que se asearon un poco para salir con prisa y encontrarse con sus amigos. El testigo declaró que desde que envió el mensaje hasta que salieron por la puerta pudieron pasar entre 10 y 20 minutos, o sea, entre la 1.20 y la 1.30 de la madrugada.

 

El testigo afirmó que en el pasillo se encontró a su vecino Miguel Carcaño parado de cara a un espejo del pasillo, y que estaba como arreglándose la ropa. Entre él y la pared había una silla de ruedas abierta. Se saludaron y ellos siguieron camino, saliendo del edificio. La mañana del domingo, al enterarse de que familiares y amigos de una chica desaparecida preguntaban por Carcaño les contó lo que había visto. Resultaba más que sospechoso, y la policía también lo consideró así. En primer lugar, porque no es habitual encontrarse a alguien en esa situación, y precisamente esa noche, y en segundo lugar, porque Carcaño afirmó que a esa hora llevaba varias horas en Camas.

 

Pero había un problema de difícil resolución, porque a la hora en el que el vecino afirmó haber visto a Carcaño este estaba realmente en Camas. Con total seguridad. Las antenas telefónicas sitúan su teléfono allí al recibir dos llamadas de la madre de Marta, la segunda de ellas comenzó a la 1.37. Eva confirma esas tensas conversaciones, cuando ella, desesperada, trataba de presionar a Miguel para que dijera donde estaba su hija. Así que no era posible que el vecino lo hubiera visto en el horario que había afirmado. Su novia declaró lo mismo, pero tengo bastantes dudas sobre su testimonio, y sospecho que en realidad se limitó a seguir a su novio, apenas recordando ella nada, aparte de haber visto la silla de ruedas.

 

Los investigadores trataron de que el vecino cambiara la hora en que había visto a Carcaño (eso declaró en el juzgado), pero él se reafirmó. La policía, al no lograr que el testigo cambiara el horario, decidieron cambiarlo ellos. Dando por bueno, creo que correctamente, que el episodio de la silla de ruedas, narrado horas después de suceder, era demasiado importante para no tenerlo en cuenta, había dos posibilidades.

 

1) La rutina del testigo era razonablemente precisa, saliendo de casa en el horario declarado, y entonces el encuentro con Carcaño se había producido en otro momento y él lo había situado en ese momento por error.

 

2) Era la rutina la que estaba mal, y en realidad, habían salido de casa a partir de las 2 de la madrugada, dando tiempo para que Carcaño regresara de Camas tras hablar con la madre de Marta.

 

Los policías eligieron la segunda, y consiguieron que Rocío recordara que su novio había salido a hurtadillas de la casa de Camas para regresar a Sevilla para “limpiar pruebas”.

 

El problema es que esa hipótesis violenta totalmente el testimonio del vecino, porque descoyunta su rutina. Es difícil aceptar que si salían de casa apurados, como declararon él y su novia, porque eran conscientes de ir con retraso para la cita con sus amigos, lo hicieran 50 minutos, una hora o más incluso, después de decir que ya iban. Creo que la primera opción es la más probable, que vieron a Carcaño en otro momento, que el vecino se equivocó al situar el avistamiento, y que su novia se limitó a seguirlo. Situaron el encuentro con Carcaño en el lugar equivocado de su rutina de ese día. El vecino recordaba haber visto a Carcaño antes, esa tarde, cuando él salía con dos cascos para ir a recoger a su novia. Serían las 20.30 cuando el salía y Carcaño entraba, y el vecino recordó que llevaba ropa distinta a la que llevaba más tarde, cuando lo vio con la silla de ruedas.

 

Es decir, en ausencia de la confesión de Carcaño y la cascada de confesiones que siguió a esta y dependen de ella, apenas hay nada. Una gota de sangre de Marta en una cazadora, que no se puede demostrar que no llegara allí ese día, o que lo hiciera pero tuviera un motivo inocente; unos rastros genéticos de Marta, sin origen identificado, que pudieron llegar a sus lugares en cualquier momento, y el testimonio cojo de un vecino, interesante, pero incompatible con evidencia técnica. Y ya está, eso es todo. Ni cuerpo, ni arma del crimen, ni testigos, ni una hipótesis basada en evidencia de como pudo suceder el crimen. Sin la confesión, muy poca cosa. En caso de que se hubiera retractado tras confesar, como hicieron Samuel y Cuco, considero probable que hubiera sido condenado de todos modos, porque el juicio habría sido con jurado (en ausencia de acusación de delito de agresión sexual), y no veo forma de que un jurado “olvide” la exposición mediática de la confesión inicial. Una vez el genio sale de la botella no hay forma de volver a introducirlo. Pero otra cuestión sería llevar a juicio a Carcaño sin confesión. Y en caso de que jueces y fiscales se hubieran animado (cosa que dudo) y nadie hubiera frenado el intento, lo más probable habría sido una absolución, incluso en un juicio con jurado. Recordemos que ya no tenemos a un jurado influenciado por una confesión inicial, sino a un joven con cara de no romper un plato acusado con pruebas más que débiles.

 

La defensa, además de poner de manifiesto la debilidad de las pruebas acusatorias, podría haber presentado una importante serie de contraindicios y testimonios. Por ejemplo, podría haber propuesto a peritos que afirmasen que el ADN de Marta pudo llegar a los lugares donde se halló en otras fechas, o por medio de terceras personas. Habrían puesto de manifiesto que las conversaciones entre la madre de Marta y Carcaño debilitan el testimonio del vecino, y sobre todo, podían presentar algunos testimonios que apoyaran la declaración de Carcaño de que dejó a Marta cerca del portal de su vivienda sobre las 21.30

 

En primer lugar, algunos vecinos de Marta declararon haberla visto en el portal sobre las 21.30, y alguno incorpora a un joven en moto en las cercanías.. En segundo lugar, la familia de Marta dijo que habían apagado el router al marcharse de casa, y que al llegar estaba conectado, y sospechaban que Marta podía había regresado y lo había encendido. Estos testimonios parecen confirmar el relato de Carcaño, y habrían sido una potente evidencia exculpatoria. Siempre se puede presentar la hipótesis de que Carcaño realmente llevó a Marta hasta su casa, tal vez para dejar los CDs, y que esta aprovechó para mirar si había algún mensaje o comunicación, y que después bajó y se volvió a marchar con él. La evidencia citada son compatibles con esa hipótesis, pero dudo que esta tuviera mucho recorrido, porque una cosa es plantear que algo pudiera haber ocurrido y otra presentar alguna evidencia de que pudo ocurrir. Presentar esa hipótesis implicaría reconocer que el acusado decía la verdad en un elemento clave de su testimonio, y la hipótesis no pondría en cuestión ni una coma de ese testimonio, simplemente dejaría el crimen para más tarde. Sin confesión, sin relato, con evidencia débil, sin poder poner en duda el testimonio del acusado  y con testigos que lo validan, no veo factible una condena, y de producirse esta, habría sido seguramente anulada por tribunales superiores.

 

Varias vecinas dijeron haber visto a Marta en el portal entre las 21.15 y las 21.30, y aunque algunas rectificaron posteriormente, lo hicieron la vista de la confesión de Carcaño, y asumieron que se habían equivocado. Pero en ausencia de confesión, probablemente habrían mantenido su testimonio y perseverado en el mismo. De hecho, incluso con la confesión de Carcaño, una de las vecinas mantuvo su declaración en el juicio. Se consideró que la rutina que narraban todas ellas era correcta, es decir, se aceptaba que estaban en el portal a la hora que dijeron, pero se sospecha que o bien se equivocaron de persona (al parecer había una chica en el bloque muy parecida a Marta), o bien situaron en ese momento un encuentro anterior con Marta. Fijémonos en que aquí no se descoyunta la rutina de las vecinas como se hace con el del vecino de Carcaño, no se sostiene que en vez de salir a las 21.15 salían realmente a las 20.15 o las 22.00, o que si una mujer declara que llegaba con prisa porque le iba a empezar su programa de tv favorito, en realidad llegaba una hora antes o media hora después de empezar. Se asume que su rutina es correcta, y que se situó incorrectamente el encuentro con Marta.

 

En cualquier caso, en ausencia de confesión, esos testimonios vecinales son muy potentes, y creo que habrían resultado decisivos en un hipotético juicio a Carcaño sin confesión.

 

Entonces, ¿cómo sabemos que Carcaño fue el autor de la muerte de Marta? No hay cadáver, no hay testigos, no hay casi nada.

 

- Marta desapareció, y pronto se llegó el convencimiento de que estaba muerta.


- Carcaño era la persona que acompañaba a Marta la última vez que fue vista


- Se ha declarado autor de su muerte en varias declaraciones, aunque se ha exculpado en otras


-Desde su primera confesión, siempre ha declarado estar presente en el momento de la muerte de Marta

 

-Hay una mancha de sangre de Marta en la cazadora de Carcaño, prueba no decisiva, pero a tener en cuenta.

 

Todas estas cosas, en conjunto, hacen que la hipótesis más probable, con diferencia, es que Carcaño dio muerte a Marta, y esa hipótesis es superior a las alternativas. No se puede llegar más lejos, pero creo que es suficiente para considerar que Miguel Carcaño asesinó a Marta del Castillo.

 

EL MOTIVO

 

La motivación es otro asunto, porque en este tema, como en otros, nunca se ha estudiado con detenimiento. Todas las hipótesis planteadas incorporan la hipótesis de una agresión resultado de determinada situación inmediata. Una agresión repentina con un cenicero en el fragor de una discusión; o el final de una agresión sexual; o su intervención en una discusión entre otras personas. En todos los casos está ausente una motivación basada en la relación entre víctima y agresor, o esta resulta muy tenue. Es decir, no se plantea que el agresor asesinara a Marta de forma premeditada por motivaciones preexistentes, sino que la situación que llevó al crimen, sea la que sea, surgió de forma imprevista.

 

Pero algún tipo de conflicto tenía lugar entre Marta y Carcaño. Está claro que Marta no lo consideraba demasiado grave, ni alarmante, y no suponía que pudiera suponer el menor peligro. Pero lo que para una joven inocente puede ser un asunto menor, puede ser considerado trascendental para otra persona no tan inocente y sí maliciosa. Más inquietante que algunas de las cosas que se cuentan de Carcaño (robar una moto cuando era más joven, romper puertas a golpes en accesos de rabia), me parece el episodio de la camiseta que quemó porque Marta comentó que le quedaba mejor a un amigo al que se la había prestado que a él. Ese tipo de reacción nos muestra a alguien capaz de reaccionar de forma desmesurada ante una percibida ofensa, que casi todos considerarían objetivamente menor.

 

No sabemos exactamente que había ocurrido recientemente entre ellos, porque no se profundizó lo suficiente, pero algún roce había. Lo suficiente para algunos comentarios en redes sociales, para que él fuera a buscarla a casa después de varios meses, y para que ella les comentara a su madre y una amiga que tenía que aclarar algo con él. Según parece, Carcaño iba diciendo cosas de Marta que molestaban a esta, y eso quería ella aclarar esa tarde, pero falta un dato clave, el motivo por el que, después de varios meses de su ruptura, él comenzó a contar esas cosas de ella.

 

Así que es posible que ante algo que él encontrara extremadamente ofensivo comenzara inicialmente a difamar a Marta por las redes sociales, y fuera progresivamente fantaseando con acabar con ella. Egea cita a una fuente anónima que conjetura que ese día Carcaño estuvo buscando pelea con Rocío, hasta lo que lo logró, teniendo una justificación para ir a Sevilla. Tal vez ya lo tenía planeado y estaba buscando la ocasión. No podía contar con que iba a poder quedarse a solas con ella, eso surgió sobre la marcha, y cualquier intención estaba en el aire, pero creo que un último suceso lo decidió. En la tercera parte comentaré más sobre este tema.

 

DELGADO

 

El caso contra Delgado se basó inicialmente en sospechas, y en las declaraciones de Cuco, que lo situaban en León XIII a su llegada. Es el único punto importante en el que su declaración difiere de las de Carcaño y Samuel, que nunca nombran a Delgado. Se dijo que lo introdujo en su relato para vengarse de Carcaño por involucrarlo a él, o que lo hizo a sugerencias de los interrogadores. Sea como fuere, esa única declaración sirvió para detener y encarcelar a Delgado y que este pasara varios meses en prisión. Pese a ser liberado de la cárcel, fue enviado a juicio, donde fue absuelto, al igual que su novia María. Sin embargo, a ambos les ha quedado el estigma de culpables, de que están involucrados de alguna forma, tal vez como encubridores, o colaboradores, o incluso, en el caso de Delgado, como autor material del crimen. En efecto, Carcaño acabó rompiendo con su hermano y acusándolo de autor material del crimen, algo que ahora parecen aceptar con entusiasmo algunas personas. De estar en lo cierto, implicaría que Carcaño lleva muchos años en la cárcel por un crimen no cometido, y sin que nadie solicite su puesta en libertad. Curioso.

 

Delgado declaró que sobre las 20.30 o 20.35, cuando estaba terminando de afeitarse, pudo oír como se abría la puerta de la casa, y como su hermano era el único, aparte de él, que tenía llave, lo llamó con una voz. Miguel acudió al baño y le dijo a su hermano que había pasado por la casa para coger unos discos. Delgado le preguntó si venía solo, y Carcaño le respondió con un gesto pícaro, guiñando un ojo, por lo que Delgado supuso que venía acompañado de su novia. Lo avisó de que esa noche vendría María a casa para estudiar, pero Miguel le aseguró que no estaría mucho rato. Declaró que justo saliendo de casa, a las 20.41, llamó a María, que había puesto reparos a ir al piso si iba a estar Miguel, pero Delgado le aseguró que su hermano se marcharía pronto, y que podía ir a estudiar.

 

Se dirigía a la casa que hasta hace poco había compartido con su mujer, Rosa, y su hija. Estaban separados, pero todavía mantenían contacto por la niña. A las 21.01 efectuó una llamada a Rosa, probablemente al bajarse del autobús.. Su mujer le dijo que le quedaba poco para llegar, y como todavía tenía la llave de la casa, subió y la esperó allí. Ella llegó sobre las 21.15 y declaró que Delgado estuvo allí hasta las 23.30. Lo declaró desde el primer al último día, pese a que los investigadores pretenden que se marchó antes. Pero no, asegura ella, estuvo allí. A las 23.30 se marchó de la casa, como aseguran Rosa, Delgado y María, que lo recoge con su coche y lo lleva hasta el pub que compartía con otros dos socios. El que estaba esa noche declaró que Delgado lo relevó sobre las 23.45 o 23.50., y María se marchó a León XIII para estudiar.

 

Parece una noche floja en el pub, porque tan solo constan 4 tickets de caja, a las 0.27, 1.29, 1.30 y 3.01. La alarma se conecta a las 3.10. Se han lanzado sospechas, afirmando que se puede manipular la hora de puesta de la alarma Es posible, pero que algo se pueda hacer, no significa que se haga, ni que haya evidencia de que se ha hecho. Hay dos llamadas telefónicas, a las 0.01 y las 2,.01 que sitúan a Delgado en el entorno de la antena más cercana al `pub. Es decir, hay 7 registros técnicos, correspondientes a tres aparatos distintos (teléfono, caja registradora y alarma) que lo sitúan en el pub, o sus cercanías, entre las 12 de la noche y las 3.10 de la madrugada. Delgado afirma que después se fue a tomar una copa a otro pub, como solía hacer, antes de marcharse a León XIII. Algunos han puesto en duda esta visita a otro pub, pero como concluye el juez en su sentencia, no se puede dudar de algo que no se ha investigado. Es decir, la policía no comprobó si Delgado había estado en ese pub, como declaró, y no se puede posteriormente poner en duda. En el juicio se presentó un testigo sorpresa, un taxista que afirmó haber llevado esa noche a Delgado a León XIII en horario incompatible con sus declaraciones, pero su testimonio no convenció a nadie, excepto a los ya convencidos previamente. Delgado llegó a las 4 de la mañana y llamó por teléfono a María (le había dejado sus llaves) para que abriera. Poco después comenzó a recibir llamadas preguntando por Marta.

 

Los registros técnicos indican que Delgado dejó la casa de León XIII sobre las 20.40 y desde las 21.01 lo sitúan en otro lugar. Hay una testigo, Rosa, que lo sitúan en su casa entre las 21.15 y las 23.30. Otra testigo dice recogerlo a la salida de esa casa a las 23.30., y un tercer testigo, el socio, que dice que lo releva en el pub entre las 23.45 y las 00.00. Los registros técnicos lo sitúan en ese lugar hasta las 3 de la madrugada. Es decir, un conjunto contundente de evidencia técnica y testifical lo sitúa en lugares distintos a León XIII entre al menos las 20.40 y las 3.00. Claro que se pueden poner en duda la veracidad de los testimonios y la fiabilidad de los registros técnicos, faltaría más. Pero eso son prejuicios, no un análisis racional e imparcial. Parte del supuesto de que Delgado debe estar implicado, y entonces claro, los registros no pueden ser correctos y los testimonios no pueden ser veraces. Pero no hay ni un gramo de evidencia de que Rosa mintiera, ni que el socio mintiera, ni que se manipulara la caja o la alarma. No se puede aceptar lo que implica la evidencia, porque eso significaría reconocer que los investigadores se equivocaron y que su caso es un fiasco desde el primer momento.

 

Se dice que en una grabación de la cámara del edificio donde había cenado con su mujer y su hija sale alguien que parece Delgado, a una hora incompatible con su testimonio (y el de Rosa, y el de María), pero no paree convincente. Las imágenes no incorporan la suficiente nitidez, y para un análisis adecuado, personas imparciales deberían estudiar todo lo grabado por esa cámara esa noche. No vale con que se muestre una imagen elegida y se oculte todo lo demás. Además, posteriormente se descubrió que la hora que indicaba la cámara era errónea.

 

Es cierto que hay algunas cosas que necesitan aclaración. Por ejemplo, es bastante probable que Carcaño y Marta dejaran el puente de Triana entre las 20.05 y las 20.10, y que por tanto deberían haber llegado a León XIII sobre las 20.15 o 20.20 como muy tarde, 10 o 15 minutos antes de lo estimado por Delgado. Esta discrepancia, que no es menor, será una de las claves para entender lo ocurrido. Los investigadores tratan de vincular esa discrepancia con un hecho objetivo, la última llamada recibida por el teléfono de Marta, a las 20.29. Su amiga Cristina la había llamado varias veces esa tarde, lo que permitió sitúan su teléfono en distintos lugares, pero sin contestación por parte de Marta, como declaró Cristina. La duración de esas llamadas era de unos pocos segundos, indicando que en cada ocasión había saltado el buzón de voz.

 

Sin embargo, Cristina dice que en la última llamada que realizó, alguien cortó la llamada. Carcaño declaró en su momento que cuando estaba manipulando el cadáver de Marta, sonó el teléfono, pudiendo ver que quien llamaba era Cristina, aunque sitúa esa llamada más tarde. Algunos creen haber encontrado la solución al enigma: Esa llamada a las 20.29,, que registra la antena de Mar Caspio (que implica que el teléfono estaba en León XIII o sus cercanías) es la llamada a la que se refieren tanto Carcaño como Cristina ,e implica que a las 20.29 Marta ya estaba muerta, y como Delgado estaba en casa en ese momento, como declaró, tuvo que estar implicado. Eso encajaría con una llegada de Miguel y Marta más temprano, sobre las 20.15 o 20.20.

 

Pero no resulta convincente. En primer lugar, esa llamada a las 20.29 tiene una duración de varios segundos, como las anteriores, indicando que llegó a saltar el buzón de voz. La llamada que Cristina dice que le fue cortada no pudo tener ninguna duración, porque no llegó a establecerse y no quedó registrada en el listado de llamadas de Marta. Tuvo lugar en algún momento posterior, del que no hay constancia. Esa llamada de las 20.29 es una llamada como las otras, y no es esa última llamada.

 

LÓGICA

 

Aparte de que la evidencia sitúa a Delgado fuera de León XIII a partir de las 20.40 aproximadamente y hasta bien entrada la madrugada, su comportamiento esa noche y durante los siguientes días no parece compatible con su implicación en el crimen. Ni como encubridor o cómplice en la ocultación del cadáver, ni mucho menos como autor, como algunos pretenden. Se lo intenta presentar como la mente maestra, el director de un vasto plan de ocultación y confusión, pero las cosas que hizo, y las que no hizo, desmienten tal pretensión. Vamos a pasar revista a las cosas que no habría hecho en caso de ser autor del crimen, cómplice o simple encubridor:

 

- Marcharse de la casa sobre las 20.40


- Dar vía libre a María para que fuera esa noche a la casa


- Permitir que su hermano declare la presencia de Marta en León XIII


- Mantener a su hermano alejado, en Camas


- Permitir que su hermano sea presionado durante más de dos semanas


- Romper con su hermano una vez este confiesa

 

Todas estas cosas tienen sentido si Delgado no estuvo implicado de ninguna forma, y confiaba realmente en la inocencia de su hermano, y no lo tienen en caso contrario. Vamos a verlo con un poco más de detalle.

 

Marcharse de la casa sobre las 20.40


Si el crimen ya había sucedido antes de marcharse de la casa, cometido por él o por su hermano, Delgado habría suspendido la cena con su ex y su hija con cualquier excusa y se habría encargado del asunto, en vez de dejarlo todo en manos de su hermano y tal vez sus amigos. No habría permitido la participación de nadie más, y se habrían encargado de todo entre los dos hermanos.

 

Dar vía libre a María para que fuera esa noche a la casa


¿Qué sentido tiene implicar a otra persona que no sabe cómo va a reaccionar? Al parecer se considera natural llamar a la novia después de que tú o tu hermano maten a una chica, para que ayude. ¿Ustedes, novias, aceptarían participar en algo así si sus novios las llaman y les piden que colaboren en ocultar un crimen y deshacerse del cadáver? ¿Ustedes, novios, llamarían a sus novias para que los ayudaran en tal trance? El sentido común indica que Delgado habría aprovechado la presencia de su hermano para desanimar la visita de María a la casa para estudiar, en vez de involucrar a alguien cuya reacción no se puede anticipar.

 

Permitir que su hermano declare la presencia de Marta en León XIII


Esto es algo que nunca se ha analizado en profundidad, y que contiene, a mi parecer, una de las claves del crimen. ¿Por qué admite Carcaño desde el primer momento que Marta estuvo en la casa de León XIII? Lo cierto es que es una admisión que lo compromete, pero innecesaria. ¿Por qué no declara simplemente que tras estar en la plaza del Altozano llevó a Marta a su casa a petición de esta? Podría haber contado que Marta aseguraba sentirse algo enferma, o con dolor de cabeza, o que quería pasar por casa para alguna cosa. En vez de eso, la sitúa en su casa y retrasa al menos una hora el traslado de Marta hasta su domicilio. La explicación es que ya le ha dado a entender a su hermano que va acompañado, y aunque no le dice que es Marta, sabe que no podrá pretender que era otra chica la que lo acompañaba. A partir de ese momento no podrá negar la presencia de Marta en la casa. Todo esto tiene sentido si Delgado es inocente, pero no si está implicado. En tal caso, desaparecería la motivación para situar a Marta en León XIII. Un Delgado implicado le diría a su hermano que evitara a toda costa reconocer la presencia de Marta en la casa.

 

¿Y las llamadas? Tal vez sonó el teléfono mientras estaban en la casa, y se dedujo que eso podría situar a Marta allí. Pero a alguien consciente de ese peligro jamás se le habría pasado por alto la solución obvia: Que una llamada situara a Marta cerca de su propio domicilio. Miguel podría haberse marchado con el teléfono de Marta y su hermano quedarse en casa con el de Miguel, y en unos minutos hacer una llamada que contestaría Miguel desde cerca de casa de Marta. Tan solo quedaría apagar el teléfono y deshacerse de el, e inventar un motivo para esa llamada, algo nada difícil. Eso se le podría haber ocurrido a Delgado de estar involucrado. Dudo mucho que un Carcaño autor solitario fuera consciente del problema, se le ocurriera una solución o fuera capaz de implementarla él solo.

Mantener a su hermano alejado, en Camas


Lo que habría hecho un Delgado implicado sería mantener a su hermano lo más cerca posible, en vez de viviendo con otra familia, a 20 kilómetros, sujeto a quién sabe qué influencias, presiones y situaciones Habrían acordado el traslado de Carcaño a León XIII, y así poder vigilar de cerca los acontecimientos. En vez de eso, lo aleja de León XIII para evitar a los medios (como si estos no pudieran llegar a Camas) y renuncia a cualquier control, limitando sus contactos a poco más que llamadas telefónicas.

 

Permitir que su hermano sea presionado durante más de dos semanas

 

Esto es algo muy importante, y que tan solo tiene sentido si Delgado está de verdad convencido de que su hermano no tiene nada que ver con la desaparición de Marta. De otro modo le habría buscado un abogado, y con eso se habría acabado cualquier posibilidad de una confesión. Recordemos que Carcaño fue interrogado varias veces, alguna de ellas durante muchas horas, aguantando estoicamente para sorpresa de sus interrogadores. Pero la presión acabó siendo demasiado persistente. Un Delgado implicado le habría buscado un abogado a su hermano y habría frustrado a los investigadores. El abogado le habría dicho que no contestara a nada sin estar él presente, y con eso se habría acabado el problema. Con un abogado se habrían acabado las interminables horas de interrogatorios, y un abogado, ante la comunicación a Carcaño de que se había encontrado sangre de Marta en su cazadora, le habría dicho a su cliente que no dijera nada hasta que él pudiera analizar el informe. Con un abogado, no habría habido confesión. Una persona con formación, aunque ligera, en derechos legales y detenciones, solo toleraría el comportamiento de la policía si estaba convencido de que su hermano era inocente.

 

Romper con su hermano una vez este confiesa


¿Por qué lo hace? Una persona que está encubriendo a su hermano, o incluso que es encubierta por su hermano, habría tratado de mantener el contacto y el apoyo, a fin de evitar que se volviera en su contra y pusiera en evidencia su implicación, del tipo que fuera. No le habría costado nada navegar entre dos aguas: Sé que ha confesado, pero no me lo acabo de creer… Esperemos acontecimientos…. Samuel y Cuco se han retractado, él podría hacer lo mismo… Quiero creer que es inocente y que ha ocurrido algo que desconozco… Muchas cosas. Pero en vez de eso da por hecho que es culpable, que lo ha engañado, y rompe todo contacto con él. De nuevo, eso solo tiene sentido si de verdad se ha sentido engañado.


En resumen, creo que la evidencia y la lógica apuntan en una dirección muy concreta. No alargaré la exposición con el caso de María, la novia de Delgado, porque si bien se puede debatir sobre su implicación en caso de estar implicado su novio, no tiene sentido hacerlo si Delgado no participó en los hechos. Y como eso es lo que creo, no creo que merezca la pena profundizar. Tan solo indicar que la sentencia desmontó de forma contundente la supuesta evidencia contra ella. En primer lugar, que el que una llamada fuera recogida por antena distinta a la habitual no significa nada, como declararon los peritos, y como deberían saber de sobra los agentes porque la distancia de las dos antenas al piso de León XIII es muy similar.

 

Y en segundo lugar, porque los horarios alegados por Antonio en cuanto a cuando estuvo en la casa tocando a la ventana hay que ponerlos en cuarentena, por su estado de nerviosismo, y porque un testigo sitúa en distinto momento ese encuentro, entre las once y media y las doce de la noche, y no posteriormente a las doce y cuarto, hora en que María afirmó haber llegado al piso.

 

CUCO

 

Defender la inocencia de Cuco resulta más complicado que hacerlo con la de Samuel o Delgado. No tiene la contundente evidencia testifical que sitúa al primero fuera de Sevilla, y tampoco el conjunto de testimonios y comportamientos que alejan el foco de Delgado. Sus movimientos la tarde de ese sábado son menos sólidos y concretos que los de los otros, y hay algunos intervalos horarios para los que no tiene coartada. Además, confesó su participación, no solo ante la policía, también ante el Juez, e incluso participó en una reconstrucción grabada en la casa de León XIII, donde fue contando, con apariencia de sinceridad, lo que ocurrió en su presencia. Por si fuera poco, hay cierta evidencia biológica que parece indicar que estuvo esa tarde en la casa junto con Marta, o su cadáver, y por todo ello fue condenado en todas las instancias, y la justicia ha dictaminado que participó en la ocultación del cadáver de Marta, que no en su muerte.

 

Y sin embargo, todo ese conjunto de evidencia es mucho más débil de lo que aparenta. Por mucho que su reconstrucción y sus confesiones aparenten veracidad y sinceridad, sabemos con seguridad que no son veraces ni sinceras. Y lo sabemos porque esas confesiones y reconstrucciones incluyen a Samuel, del que sabemos con certeza que no podía estar allí. Solo con eso, sin siquiera apelar a la inclusión de Delgado, ya podemos descartar que sus confesiones guarden cierta semejanza con la realidad. El nivel de consistencia de la evidencia biológica se tratará más adelante, y en cuanto a sus movimientos esa tarde, sin ser precisos, tampoco dejan los huecos que pretendían fiscalía y acusación.

 

Tras separarse de Carcaño y Marta, sabemos que Cuco estuvo en dos botellones esta tarde-noche, porque hay varios testigos de su presencia en cada uno de ellos. Hay bastantes discrepancias entre esos testigos sobre las horas de llegada y partida de cada botellón, pero la verdad es que, dadas las circunstancias, son lo suficientemente consistentes como para poder establecer horarios aproximados, algo que podría no haber ocurrido. En primer lugar, porque la mayoría de los testigos eran adolescentes, que en muchos casos estaban consumiendo alcohol, y que fueron entrevistados días o semanas después de ese sábado. Y en segundo lugar, porque las llegadas o partidas de un botellón dependen de la perspectiva personal y parcial de cada testigo. Es decir, uno puede entrar a un botellón por un punto para encontrarse con unos amigos con los que se ha citado, y tardar media hora en llegar hasta ellos, porque se va encontrando por el camino con estos y aquellos, a los que saluda o con los que charla unos pocos minutos y es invitado a una copa. Así que unos pueden ver llegar a alguien a un botellón a las cinco, otros a las cinco y cuarto, y otros a las cinco y media.

 

Cuco estuvo presente en un botellón en el polideportivo San Pablo, y después en otro el parque Gran Vía. Como siempre, la fiscalía y la acusaciones se agarraron a determinados testimonios extremos para intentar colar su versión, ignorando otros que objetivamente eran más fiables. Por ejemplo, en cuanto al primer botellón, toman como referencia a un testigo que sitúa su llegada sobre las 8 de la tarde y su marcha, acompañando a una chica, sobre las 8 y media. En cuanto al segundo botellón, dan credibilidad a los que sitúan su llegada sobre las 10 de la noche, aunque hay alguno que sitúa la llegada un poco antes. En ese contexto, hay aproximadamente hora y media en la que Cuco no tendría coartada y podría haber participado de alguna manera en los hechos. El dato de que se marchó acompañando a una chica a su casa, en dirección suroeste, se repite, así que parece creíble.

 

Sin embargo, de todos los testimonios, el más fiable y detallado es el de Alberto, un amigo suyo que lo había llamado esa tarde, y con el que precisamente había quedado para encontrarse en el botellón de San Pablo sobre las 8 de la tarde. Afirmó que Cuco se retrasaba y lo volvió a llamar sobre las 20.15, sin respuesta. Además de no tener saldo, su teléfono no sonaba, así que salvo que lo tuviera en la mano, no se enteraba de si lo llamaban. Llegó sobre las 20.30. Recordemos lo dicho sobre las llegadas a los botellones, y ese retraso podría explicarse porque Cuco se entretuvo hablando con unos y otros. En cualquier caso, su llegada sobre las 20.30 no le da tiempo para haber participado en nada hasta esa hora, porque recordemos que a las 20.00, Miguel y Marta estaban todavía en Triana.

 

Según declaró Alberto, él tenía que llegar a su casa a las 21.30, y comunicó a los demás esa circunstancia sobre las 21.00 horas. Dijo marcharse sobre las 21.10 o 21.15, casi a la par que Cuco, que lo hizo acompañando a una amiga común hasta su casa. Recordemos que a las 21.12 Cuco le envió un mensaje a Marta solicitando que lo llamara, porque no tenía saldo. Seguramente envió el mensaje justo antes de marcharse acompañando a la chica, por si Marta llegaba al botellón y no lo encontraba.

 

Hay otro dato objetivo: A las 21.24 Cuco llamó a Samuel desde una cabina en Santa María de Ordás, según dijo para quedar con él cuando regresara de Montequinto. Ya estaba algo bebido, y a Samuel le hizo tanta gracia que puso la llamada en manos libres, para que sus acompañantes la pudieran oír. Recapitulemos. Si a las 21.10 o 21.15 se marcha en dirección suroeste y a las 21.24 estaba llamando a Samuel, hasta ese momento no podía haber participado en ningún suceso relativo a Marta, y por tanto esa llamada no podía contener ninguna información relacionada con el caso, como se planteó en su momento.

 

Vamos a suponer que no llegó al segundo botellón antes de las 22.00, pese a que otros testimonios adelanten esa hora. ¿Habría tiempo en esos 35 minutos para algo siniestro? Por supuesto, no me refiero a la fantástica e imposible historia del viaje con Samuel a buscar las llaves del coche de su madre para utilizarlo en el traslado del cadáver, porque eso queda descartado por la imposibilidad de la presencia de Samuel, me refiero a cualquier tipo de implicación. Siempre se puede proponer alguna especie de contrarreloj, pero la verdad es que cuesta ver como podría haber tenido alguna participación. De la cabina de Santa María de Ordás a León XIII , participar en la ocultación del cuerpo y marcharse de allí pitando para el segundo botellón al parque, donde llegó bastante borracho. Tiempo siempre hay, porque la imaginación y las suposiciones no tienen límite, pero no parece muy probable ajustar todo en 35 minutos.. Lo que creo más probable es que llegara al botellón antes de las 10 de la noche y se entretuviera bebiendo algo con algún grupo, antes de encontrarse con sus amigos.

 

Como vemos, el intervalo en que no cuenta con coartada es mucho más estrecho de lo que se ha propuesto, y apenas deja tiempo para que participara en nada. Tras marcharse del segundo botellón, tal vez entre las 22:30 y las 23.00, algunas llamadas recibidas sitúan su teléfono cerca de su casa a las 23.25, en Avenida de Andalucía, ¿Hay tiempo entre el segundo botellón y la llegada a su casa? Difícilmente, porque recordemos que Miguel Carcaño llegó a Camas sobre las 22.50, lo que implica una salida desde León XIII sobre las 22.30, hora a las que Cuco estaba todavía en el segundo botellón. Claro que siempre se puede proponer que regresó más tarde a León XIII, pero eso son suposiciones, no afirmaciones basadas en datos objetivos.

 

RECAPITULANDO:

De 20:30 a 21.15 en el primer botellón


A las 21.24 en una cabina de Carretera de Carmona


De 22.00 a 22.30 o 23.00 en el segundo botellón


A las 23.26 cerca de su casa

 

LA EVIDENCIA GENÉTICA

 

El Juez fue bastante explícito en cuanto a que los dos elementos que permitían considerar al menor como autor del delito de encubrimiento eran su autoinculpación y la mezcla de su perfil genético con el de Marta en una única muestra hallada en el suelo de la habitación de Carcaño en León XIII. Según dijo, esa mezcla demostraba que Cuco había estado ese día en la casa. Resulta curioso porque el Juez, para sustentar su decisión de absolver a Cuco del delito de agresión sexual, argumenta del tal modo que deja la prueba en casi nada. Dice que la contribución de Cuco a la muestra pudo producirse posteriormente a la muerte de Marta, tal vez cuando ayuda a trasladar el cadáver. El Juez se apoya en que: “…el perito deponente también expresó de manera clara en el acto de la audiencia que la aportación del perfil genético de M. y la aportación del perfil genético del menor acusado pudo haberse producido en momentos distintos desde un punto de vista temporal”

Afirma que esa mezcla demuestra de forma irrefutable que el menor estuvo ese día en el lugar de los hechos, algo que no argumenta. La fiscalía pretendía que esa mezcla se produjo cuando Cuco agredía sexualmente a Marta, y el Juez que pudo producirse al manipular el cadáver. Como ni la muestra ni las dos contribuciones a la misma incorporan información sobre el momento en que se mezclaron, ni sobre el momento en que llegaron a León XIII, cualquiera de las dos opciones es válida. Y son igualmente válidas otras opciones. Por ejemplo, la mezcla pudo producirse antes del crimen, no durante o después, como sostienen fiscalía y Juez. Pudo producirse horas antes de la muerte de Marta, cuando sus ADNs se mezclaron en cualquier contacto casual, y después Marta pudo dejar su ADN en el suelo, ya mezclado con el de Cuco. O tal vez el ADN de Cuco, o de Marta, llevaban mucho tiempo bajo la silla, y el segundo donante se incorporó ese día. Es posible que la mezcla llevara en ese lugar semanas o meses, un resto de cuando visitaban la casa con frecuencia. Tal vez uno de los rastros genéticos ya estaba y Carcaño dejó el de Marta o Cuco inadvertidamente esa noche. Tal vez había ADN de Cuco en la ropa de Carcaño, y este mezcló con el de Marta al manipular su cadáver, o en el momento del asesinato, y posteriormente lo dejó en la habitación. Hay tantas posibilidades que no considero de utilidad seguir con ello. De todos modos, en la segunda parte les diré cuándo y cómo creo yo que llegó ese rastro genético a la habitación.

Recordemos que estamos ante una única muestra, y que resulta insostenible la pretensión del Juez de acotarla a ese día. Él mismo, al apoyarse en el perito para refutar a la fiscalía, reduce el valor de la prueba casi a cero. Cuco había estado en esa casa muchas veces y pudo dejar su ADN en cualquier ocasión. Y además, esa misma tarde había estado con Marta y Miguel, y pudo transferir su ADN a cualquiera de ellos.

Considero que la prueba biológica no demuestra nada, y resulta objetivamente débil como acusación contra Cuco. Si unimos esta a que los testimonios apenas dejan tiempo para algún tipo de participación, y que sus confesiones son con seguridad falsas (recuerden a Samuel), creo que no hay evidencia para sostener su implicación en el suceso. Si unimos a esto que el timing de las confesiones de Carcaño, Samuel y Cuco indica que la policía fue el vector transmisor de información de unos a otros, mi conclusión es que Cuco no participó de ninguna forma en los hechos.

¿Y su reciente confesión de que mintió sobre los hechos de esa noche? Estamos ante un pacto con la fiscalía que, por alguna razón desconocida, necesita que Cuco declare lo que ya todos los tribunales han declarado probado, que mintió. Porque si es culpable, como se ha dictaminado, está claro que mintió. Entonces, ¿por que se le solicita que lo reconozca? En cualquier caso, tratar de deducir algo de las vagas declaraciones de una mujer que trata de impresionar a alguien que se muestra interesado en ella, es llevar las cosas demasiado lejos. Está claro que la madre de Cuco mintió, y para ello no hacen falta grabaciones de un infiltrado, tan solo hace falta leer el libro de Egea, donde le cuenta al periodista una cosa distinta a la que más tarde declarará en sede judicial. Pero tratar de deducir algo significativo de la desesperación de una madre por tratar de proteger a su hijo es llevar las cosas demasiado lejos.

El abogado le diría a Cuco que reconocer que mintió, como pedía el fiscal, no lo perjudicaba más de lo que ya estaba perjudicado, así que lo hizo ante la amenaza de más graves consecuencias. Pero reflexionen un momento sobre ello. Si Cuco ya había sido condenado por su implicación en los hechos, si años después reconoce que mintió y estuvo implicado, ¿por que no confesar en ese momento lo ocurrido? Es decir, si realmente hubiera estado implicado, ese habría sido el momento exacto para aclararlo todo. El que no lo hiciera indica, en mi opinión, que estamos ante un pacto entre hombres de leyes, y que Cuco siguió el consejo de su abogado.