INTRODUCCIÓN
Otro año más. Otro año esperando y deseando que este caso se resuelva de una vez. Novedades pocas, al menos de las que se puedan contar. La Juez de Instrucción se ha marchado, y la nueva Juez debe ser quien entienda del caso, cuyo estado actual es desconocido. En realidad, fuera del círculo privilegiado (Juez-Fiscal-Acusación) nadie sabe lo que pasa, si la causa sigue abierta, si va a haber una nueva prórroga, si han recibido algún nuevo informe de la UCO…
Una declaración de intenciones. Dicen que esto es un asunto de bandos. Si lo fuera, no tengo duda de en cuál estaría. Seguro que no con los que mienten, difaman, acusan y acosan. Sí con los que lo dan todo para encontrar al culpable. Aquí estoy, aquí estamos, y aquí seguiremos, pese a quien pese, y pase lo que pase.
Mientras esperamos noticias, me he decidido a escribir una nueva entrada para tratar de aclarar algunos extremos del caso, los que parece ser que provocan dudas, o necesitan más explicación. Examinaré 3 asuntos con cierto detenimiento, y al final se tocarán unos cuantos más de forma sucinta.
Pero antes de meternos en faena, y en esta misma introducción, 2 cuestiones muy breves.
A LA UCO
No podrán quejarse de falta de discreción. Pero son ya más de 10 meses, y ni siquiera han tenido la cortesía de contactar con quienes, de forma totalmente desinteresada, les proporcionaron una línea de investigación que sus compañeros parecen haber pasado por alto.
No estaría mal que al menos informaran de manera oficial a esas personas si les ha resultado de utilidad y están en ello, en cuyo caso no dudo que seguirá la discreción y la espera. Y si no, si ya han terminado con ello, o no les interesa, pues simplemente remitan en esa respuesta las razones y/o conclusiones que llevan a descartarla, y así permitir que contemplen, o no, la pertinencia de remitirlo a otras instancias para que lo valoren.
No vaya a ser que después de mucho silencio, un día nos encontremos con una filtración a alguno de sus periodistamigos (Cruz Morcillo, Nacho Abad, …) y les den a entender que es cosa de ustedes. Precedentes hay.
SPANISH GROTESQUE
El entorno mediático que rodea a la acusación particular se va deslizando sin remedio hacia la irrelevancia y el aburrimiento. Van de gira por programas varios la acosadora (hermana de otro acosador) y el perito, que cada vez parece más desnortado e ininteligible. Repiten durante horas y horas, incansables, mentiras, medias verdades, fantasías e invenciones.
Hay que detenerse un poco en lo del perito, cuyas últimas intervenciones provocan sonrojo y bochorno. En una reciente serie de vídeos subidos a YouTube, con constante peticiones de Bizum, se permite mostrar fotos apenas pixeladas de la escena del crimen y los cuerpos de las víctimas, haciendo bromas de mal gusto sobre el cadáver de Miguel Ángel. Además, hace referencias poco favorables (siendo caritativos) a Marianela. Decir que la pone pingando es quedarse corto.
(El director del programa repitió varias veces que el perito y él iban a medias en lo que obtuvieran de los Bizum)
Me sorprende bastante que quien tanto presumía de cuidar de la memoria de sus familiares consienta estas burlas en un evento lucrativo. Me han contado que posiblemente todavía le deban dinero al perito, y que no les quede más remedio que aguantar estas cosas. Yo no sé si es cierto, espero que no, pero sea como sea, resulta lamentable. No se sabe si esta situación de más pena o grima. Al parecer han retirado tres de los cinco vídeos, mientras los "editan". Falta les hace.
En cuanto a las cosas que dice el perito sobre el caso, que deberían ser lo interesante, no les encuentro utilidad. Cada día sale con algo nuevo, que rectifica o está en contradicción con lo que dijo ayer, y seguramente con lo que dirá mañana. Presenta manojos de ocurrencias y novedades que no se sabe de dónde salen, porque ni estaban en sus muchos informes previos, ni constan en la causa, ni él nos da cuenta de las fuentes. Misterio. Es una opinión muy particular mía, pero yo no encuentro ningún interés en seguir sus apariciones, supongo que otros sí lo encontrarán.
Pero vamos ya con los temas a tratar.
Ya se trató en otro lugar el tema de los caballistas, y como toda la estrategia de la acusación de vincular ese supuesto avistamiento con el crimen colapsó de forma catastrófica durante el juicio. En el momento en que magro declaró la hora a la que decía haber visto al procesado, toda la prueba se vino abajo. Pero hay que aclarar algunas cosas, porque a día de hoy todavía algunos siguen tratando de presentar el testimonio de los caballistas como evidencia contra Medina, y además, el relato que se presentó posteriormente no tiene mucho que ver con lo realmente ocurrido.
Cuando detienen a Medina y lo llevan ante la Juez, el caso está sujeto con alambres. Tan solo tienen como evidencia acusatoria una prueba de ADN bastante confusa, y además hay evidencia exculpatoria que es difícil sortear. El tamaño de las huellas del asesino no encaja con el detenido (esto se tratará más adelante) y nadie lo ha visto fuera de su lugar de trabajo ni en las cercanías del lugar del crimen.
Así que rescatan un testimonio desechado en su día, un supuesto encuentro de 2 caballistas con el sospechoso a la hora en que este tenía que estar trabajando. La hora en que magro declara que se encontró con Medina no puede ser correcta, y seguramente por esa y otras razones se había descartado en su día, pero omitiendo esto por aquí, destacando esto por allá, tal vez pueda servir de algo…
La relación directa entre la salida de Medina y el crimen no se planteó hasta bastante después de la detención. Como inicialmente no sabían si iba a colar el tema de la hora, y si magro y poti podían hacerles la puñeta en el Juzgado diciendo de forma explícita (como hicieron en el juicio) que lo habían visto antes de las 21 horas, se utilizó el avistamiento simplemente como una forma de demostrar que Medina mentía, que había salido a hurtadillas, y que por tanto podría haber salido igualmente más tarde para ir a cometer los crímenes. El motivo de esa salida temprana no se explicitaba, pero se insinuaba alguna motivación siniestra.
De hecho, cuando después de tres días de calabozo lo presentan ante la Juez, esta le muestra la foto de las 21:01 donde se lo ve caminando hacia el interior del supermercado, y lo presiona para que diga de dónde venía. Varias veces le insistió a un desconcertado Medina, que no sabía qué decir. Estaba implícito en la pregunta que sospechaban que regresaba de hacer algo inconfesable, pero claramente no podía ser de cometer los crímenes.
Tan solo cuando comprueban que magro y poti no les han chafado del todo el plan, y tras el bricolaje con los testimonios de los participantes en la venta del caballo, es cuando se atreven a presentar su hipótesis más ambiciosa. La salida antes de las 21:00, sin abandonarla formalmente (no saben si en algún momento los caballistas pueden hablar) la dejan aparcada, y presentan su nueva teoría: Medina salió entre las 21:05 y las 21:15 (pero no más tarde, porque si no le saltan las costuras a la película que han montado con magro y la venta del caballo) y fue visto por magro y poti en ese momento, cuando se dirigía a cometer los crímenes.
Para evitar que alguien acabe fijándose en la verdadera clave de este encuentro, se pretende que todo es cuestión del tiempo. No con mucho detalle, claro, porque si se discute sobre horas y minutos salta a la vista la debilidad del supuesto. Se utiliza el que Medina también dijera que los había visto a ellos para plantearlo todo en términos día / noche.
Es una argumentación potente por parte de la UCO, porque al aceptarlo ambas partes, se da por hecho que el encuentro existió, y entonces tan solo queda por dilucidar el momento. Si se puede demostrar que no pudo ser después de las 22:00 horas, resulta evidente que tuvo que ser antes de esa hora, y eso implicaría que Medina salió de su trabajo, y que por tanto mintió. Y aunque no se puede demostrar al 100 % que el encuentro no pudo ser después de las 10 de la noche, en este contexto sí que resulta muy improbable, y hay que forzar mucho los supuestos para tratar de encajarlo.
Pero ¿tuvo lugar el encuentro ese día?
Una posibilidad es que todos, magro, poti y Medina se equivocaran, y que situaran ese sábado un encuentro que tuvo lugar en otra u otras ocasiones. Los recuerdos de los caballistas, con sus evidentes diferencias, demostrarían que se estaban mezclando diversos encuentros, y concentrándolos en uno que no había tenido lugar. Estaríamos ante la conocida tendencia de las personas a situarse espacial y temporalmente cerca de sucesos impactantes y emocionantes.
Sin embargo, yo creo que sí que se vieron ese día, y que por eso todos lo recuerdan, aunque vagamente. Como investigadores y actores judiciales tienen que reconocer que el testimonio de los caballistas no puede ser correcto en todos sus extremos, tratan de concentrar la discrepancia en algún error al estimar la hora. Pero, ¿y si el error no está en la hora, en la distinción día/noche, sino en el vehículo que conducía Medina?
Si suponemos que en lo que se equivocó magro fue en el vehículo, entonces todo encaja de forma natural, y las cosas que no tenían explicación, de repente se explican perfectamente. Una vez nos quitamos el interesado corsé que la UCO le ha colocado a la evidencia, esta se puede apreciar desde una nueva luz.
Estoy convencido que Medina, magro y poti se vieron cuando el primero regresaba al Mercadona de un reparto, y los otros dos estaban bebiendo, montados en sus caballos, en el bar el Soto.
REPARTOS
El hecho es que Medina estaba convencido de no haber salido a repartir esa tarde. Nadie le pregunto por ello durante meses, y cuando surgió la cuestión dijo estar seguro de no haber salido. Sin embargo, hubo tres pedidos a domicilio esa tarde, y él era el encargado de realizarlos en su turno. Además, a través de las grabaciones de las cámaras del supermercado se puede demostrar de forma concluyente que salió dos veces.
De la primera salida regresó sobre las 19:15 horas, y enseguida se puso a preparar el segundo reparto, al que salió poco después. Curiosamente, faltan las grabaciones del Mercadona entre las 19:40 y las 20:00 horas. Pero a las 20:01 horas ya se le puede ver entregando dinero o documentación a Marianela en la caja. Es decir, que su regreso se habrá producido en los minutos inmediatamente anteriores, probablemente entre las 19:55 y las 20.00 horas.
Los repartos eran parte de la rutina laboral de Medina. Salía con frecuencia, pero algunos días no había ningún reparto y otros días había varios. Es probable que si le hubieran preguntado al principio se hubiera acordado sin problemas, pero meses después, lo cierto es que estaba convencido de que no había salido. Y eso explica perfectamente que cuando un día se encuentra a magro por la calle y este le habla de un encuentro el día del crimen, que él recuerda vagamente, llegue a la conclusión de que tuvo que producirse por la noche, después de las 22:00 horas. Si no ha salido a repartir, ¿en qué otro horario los habría visto?
La actitud de la UCO ante los repartos es en sí un pequeño misterio. No pudo ser más cambiante, y nunca han explicado los súbitos cambios, de cero a cien, y de nuevo a cero. Inicialmente, durante el primer año de investigación, no mostraron ningún interés por este tema. Ninguno. Cero. Ni preguntaron ni indagaron nada.
Cuando aparece el ADN de Medina y comienzan a reinterpretar todo el caso, se fijan en que su sospechoso era el encargado de los repartos a domicilio, y es entonces cuando solicitan por primera vez a Mercadona información sobre si hubo repartos ese día. Y cuando les llega la noticia de que hubo tres pedidos a domicilio, lo que implica al menos una salida para reparto, posiblemente más, se excitan mucho.
Medina, el encargado de los repartos, les ha dicho que ese día no repartió, así que ese descubrimiento lo deja en evidencia. ¿Olvido inocente o algo más inquietante? Solicitan de forma urgente que Mercadona les envíe toda la información sobre esos repartos. De forma paralela, volverían a visionar las grabaciones del supermercado, comprobando los preparativos de los repartos y los horarios.
Y de repente, poco después, pierden todo el interés. Cesa cualquier indagación sobre el tema de los repartos, y ni siquiera se le da importancia ni se plasma en un informe. Resulta sorprendente, porque es el único punto en toda la investigación donde pueden demostrar de forma concluyente haber pillado a Medina en un renuncio, y tiene un claro potencial propagandístico.
Pongámonos en el lugar de los investigadores de la UCO. Tienen a un sospechoso de un crimen terrible que les ha dicho que no ha salido a repartir y ellos pueden demostrar de forma concluyente que no es cierto, que si salió a repartir. Sospecharán que miente, que tiene algo que ocultar, que tal vez pasó por algún lugar que no quiere que se sepa. Tal vez podría haber pasado cerca de casa de Miguel Ángel, tal vez podría haberlo visto tomando copas con sus amigos, o regresando a casa con Castañeda… Nada directo, pero el hecho de que hubiera negado esa salida lo dejaba en situación comprometida.
Querrán averiguar a toda costa a dónde fue en esas dos salidas. Regresa de la última dos horas antes del crimen, así que no puede haber una relación directa, pero sí puede haberla indirecta. E incluso aunque no se encontrase esa relación, siempre se podrá insinuar algún motivo perverso, el paso por algún lugar significativo… Con mucho menos se hizo mucho más en otros asuntos.
El hecho de que niegue la salida ya parece motivo más que suficiente para indagar su paradero. Solicitan a Mercadona datos de esos repartos, y cuando llegan… apagón. Lo único que aportan los agentes de la UCO a la causa son los tickets de esas tres compras a domicilio. Pero ni rastro de las personas que compraron, o sus direcciones. Extraño. De una de ellas tenían incluso el número de tarjeta de crédito, así que no les habría sido difícil rastrear esa información. Pero no se vuelve a mencionar el tema, ni se explica el resultado de sus indagaciones, ni un breve comentario sobre si han logrado o no averiguar por dónde repartió.
Yo estoy convencido de que sí averiguaron donde había efectuado los repartos Medina, porque Mercadona guarda registros de todas esas entregas, como demuestra el hecho de que se tengan los tickets de compra. Pero creo que no les interesaba decirlo, porque no ganaban nada con ello, y además les chafaba otra supuesta evidencia contra su sospechoso.
¿Y por qué no les iba a gustar encontrar que Medina había repartido en determinado domicilio? ¿qué más da en una zona u otra?
Para entenderlo es necesario conocer la zona, o situarse en ella con un mapa.
La entrada al parking del Mercadona estaba en calle La Cierva, a la que se accedía únicamente desde la parte norte de calle La Feria. En aquella época tan solo se podía llegar al parking desde ese tramo de calle la Feria. A dicho tramo se podía llegar únicamente desde dos lugares:
A) Girando a la derecha al llegar a la rotonda de las yeguas, bien directamente si se viene desde algunos lugares, bien rodeándola, si se viene desde otros. Era la ruta más habitual si se conducía hacia el parking desde la mayor parte de Almonte.
B) Bajando otro tramo de calle la Feria, desde la parte sur del parque, donde está el bar El Soto. En este tramo es donde magro y poti afirmaron haber visto a Medina, que salía de un aparcamiento con su coche. Al llegar a la parte de abajo, se gira a la izquierda, dejando a la derecha, a unos 20 metros, la rotonda de las yeguas. Esta ruta sería la que usaría alguien que viniera desde la parte sureste de Almonte.
No hay más opciones, al regresar de un reparto, Medina obligatoriamente tendría que haber usado una de estas dos rutas.
Teniendo en cuenta esto, ¿Qué sucedería si la UCO encuentra que Medina repartió precisamente por la zona sureste, y que casi con toda certeza regresó por esa ruta? Pues que no tendrían ningún incentivo para hacer pública esa información, porque de hacerlo, todo el mundo daría por hecho que el encuentro con magro y poti se produjo allí, en el bar del Soto.
Hay que señalar que ninguno de los tres afirmó que esa tarde se hubieran visto dos veces, así que si se pudiera demostrar que en algún momento Medina pasó a unos pocos metros de donde estaban ellos a caballo, todo el mundo tendría que admitir que ese fue el encuentro, y que lo demás se lo debemos a la imaginación de magro.
Incluso aunque Medina hubiera regresado por la otra ruta, el encuentro sigue siendo posible. Magro lo sitúa entre las 20:00 y las 20:25, y Medina regresó de repartir justo antes de las 20:00.
¿POR QUÉ NO SE INDAGÓ EN EL SUPERMERCADO?
Hay algo que suele provocar sorpresa y confusión entre las personas que profundizan un poco en el caso, y es el hecho de que, con una sola excepción, los investigadores no preguntaran a los empleados del supermercado si habían visto salir a Medina, o si lo habían visto entre 9 y 10 de la noche. No se preguntó por las salidas durante más de un año, algo difícilmente compatible con la idea de un equipo de élite realizando una investigación eficiente. Aparecen dudas, porque se intuye que hay algo que falla, aunque no se sepa el qué.
Al comienzo de una investigación resulta rutinaria la comprobación de las coartadas de las personas a las que se considera sospechosas, y es algo que hasta el policía más modesto del pueblo más pequeño entiende que hay que hacer, y que hay que hacer lo antes posible.
Es algo asumido por todos, incluidos los sospechosos, que se enteran más pronto que tarde de que van preguntando por ellos, y casi siempre se considera normal, y se asume sin problemas. A las pocas horas de descubrirse el crimen, ya se manejaban 3 o 4 sospechosos principales, entre ellos Francisco Javier Medina. A él y al resto los entrevistaron casi de inmediato, y a Medina en concreto le preguntaron a qué hora había salido del trabajo, respondiendo él que cuando el resto.
Muy pronto, con las declaraciones de los vecinos y las horas de varios mensajes de WhatsApp, se estableció que el crimen se había cometido entre las 22.00 y las 22.10 o 22.15, al menos Si Medina había salido del supermercado con el resto, entre las 22:05 y las 22:15, estaba claro que no podía ser autor del crimen. Pero había que comprobarlo, por supuesto.
Como no había imágenes de Medina en las cámaras a última hora, debido a las zonas del supermercado donde desarrolló su trabajo al final de la jornada, la única alternativa para comprobar su paradero era preguntar a sus compañeros de trabajo.
Sería de esperar que desde ese momento los investigadores hubieran efectuado una indagación exhaustiva entre sus compañeros para tratar de verificar o desmontar su coartada. Pero no, tan solo entrevistaron a una de las compañeras de trabajo, y tan solo le preguntaron si los había visto salir, a los dos, Marianela y Medina, y ni siquiera si los había visto durante esa última hora. Y ya está, no le preguntaron a ningún otro de los trabajadores.
¿Pueden ser tan torpes e inútiles los investigadores de la UCO? Esa podría ser una explicación a esa aparente desidia y falta de diligencia. Pero yo les voy a ofrecer otra explicación perfectamente razonable para su comportamiento, Esa explicación excluye el que sean torpes e incompetentes, aunque tampoco los deja en demasiado buen lugar. Al final, ustedes decidirán la explicación que les parezca más convincente.
La explicación a por qué no preguntaron a los compañeros de Medina por su ubicación en el horario clave se puede deducir fácilmente. ¿Por qué un equipo de investigadores de élite no preguntó a los compañeros de trabajo de un sospechoso por su paradero a la hora crítica? Sencillo, porque no lo estimaban necesario.
¿Y por qué no lo estimaban necesario? Fácil, porque ya no lo consideraban como sospechoso de ser autor material del crimen. Lo consideraban, junto con Marianela, posible inductor o promotor, o instigador de un crimen ejecutado por un tercero, y esas sospechas persistieron durante muchos meses, y fueron bastante intensas, pero se lo descartó muy pronto como posible autor material del crimen.
Esto resulta problemático, porque está en contradicción con la historia que se ha pretendido vender, la de que el ADN en las toallas no es más que la culminación de un cúmulo de sospechas e indicios, en vez de reconocer que el caso se monta apresuradamente a partir del ADN en las toallas. Que el ADN es el comienzo, no el final.
Para comprenderlo hay que salirse del relato que se construyó posteriormente por la UCO, la fiscalía y la Juez, para intentar vender una versión de la historia que no puede ser correcta.
Hay que explicar las razones por las que habían descartado a Medina como autor material. No, la afirmación de Marianela de que lo ha visto al salir y fuera del supermercado no tuvo ninguna influencia, por razones obvias. Si los dos eran sospechosos en conjunto, ninguna declaración de uno de ellos que exculpara al otro sería tenida en cuenta. Lo declarado por Marianela solo se convertirá en un problema, e importante, una vez que la pasen de sospechosa a testigo.
Para entenderlo hay que volver a esa única excepción de la que se hablaba al principio. Seguramente tenían pensado entrevistar a todos los compañeros de trabajo, y comenzaron por Raquel, por razones obvias, ya que debido al conflicto sentimental entre ella y Marianela-Medina consideraron que podría haberse fijado mejor en ellos. Le preguntaron de pasada si los había visto salir, y tras responder que no, los investigadores parecieron perder el interés y no indagaron más, algo que también es sorprendente.
La clave es otra de las cosas que les cuenta Raquel en esa declaración, y a la que sí prestan toda su atención. Es que su madre vio a Medina esa noche, y se lo contó a ella por teléfono, minutos después de la hora estimada para el crimen. Y este tipo de declaraciones que se pueden sustentar sobre registros técnicos les encantan a los investigadores.
Ya se ha explicado en otro lugar, pero vamos a resumirlo. Los padres de Raquel, acompañados de algunos amigos, se dirigían hacia el centro del pueblo esa noche de sabatina, y cuando iban caminando por la calle donde vivía Medina, vieron a este entrar en su casa. La madre de Raquel se lo dijo a la amiga que iba junto a ella (ese es el muchacho que era novio de Raquel…) y él las miró un instante mientras abría la puerta, y entró en la casa. El caso es que muy poco después, Raquel hizo varias llamadas a su madre (se cortaban las llamadas) y en una de ellas, esta le contó que acababa de ver a su exnovio.
Los agentes revisaron las horas de las llamadas y encontraron que posiblemente su madre le habló a Raquel sobre haber visto a Medina sobre las 22:23, y que el avistamiento habría sido aproximadamente a las 22:20. La declaración de la señora era bastante fiable, y aunque tenía algunas dudas menores, por ejemplo, sobre el modelo de coche con el que había llegado Medina, en general era un buen testimonio. Además, estaba confirmado por las declaraciones de los amigos que los acompañaban, que confirmaban lo declarado. Estaba claro: Medina había sido visto entrando en su casa, con apariencia normal, sobre las 22:20 o muy poco después.
Por otro lado, los mensajes de WhatsApp de los vecinos situaban el crimen como teniendo lugar entre las 22:00 y 22:10, o las 22:00 y 22:15, como se refleja en varios informes. Es evidente que no se puede estar cometiendo un crimen de esa naturaleza y 5 o 10 minutos después ser visto en otra parte del pueblo con apariencia absolutamente normal.
Así que asunto cerrado: Medina no podía ser el autor material, y no hacía falta preguntar ni indagar más sobre ello, y por eso no se les preguntó a los compañeros. Eso es todo.
Todos estimaban, incluido el mismo Medina, que era un sospechoso, así que él y todos tenían asumido que preguntarían por él. Preguntaron a su exnovia, a la madre de esta, a los amigos de ella. Incluso a los camareros del bar donde compró la cena para él y Marianela. En esa fase estaban tratando de verificar el paradero de Medina y Marianela después del crimen, porque no se fiaban de ellos ni lo que habían hecho esa noche, más tarde.
Pero los agentes simplemente consideraron que ya no hacía falta indagar más sobre el paradero de Medina antes de las 10 de la noche. El resto de la historia es conocido. Marianela y Medina continuaron siendo sospechosos durante varios meses, hasta que esa y otras líneas de agotaron. Y entonces, en cuanto se confirmó que el ADN hallado en las toallas era de Medina, se reinterpretó todo el caso. Fue casi como una refundación.
Se cambiaron las horas en las que se estimaba que se había cometido el crimen, adelantándolo 10 o 15 minutos, y en ese contexto el testimonio de la madre de Raquel se volvió secundario respecto al de Marianela, que es el que desde entonces les preocupó más. De todos modos, para enredar, trataron maliciosamente de poner en duda el testimonio de la señora, convirtiendo en una discrepancia importante lo que inicialmente ellos mismos habían considerado sin importancia.
Ya no se trataba de explicar la visión de un Medina normal a las 22:20, ahora había que explicarla ¡a las 22:09 ¡
Francisco Javier Medina fue detenido por agentes del a UCO el 24 de junio de 2014, pese a que era evidente a simple vista que su talla de pie era sensiblemente inferior a la de las huellas ensangrentadas halladas en la escena del crimen. Había que encontrar alguna forma de rebajar la evidente fuerza exculpatoria de esa diferencia, y aunque dos años después el perito Juan Hellín ofreció una explicación bastante dudosa, por decir algo, inicialmente no se planteó nada similar. De hecho, no se ofreció ninguna explicación ni hipótesis, nada. Tan solo se presentó un dato y se dejó en el aire cierta sugerencia, que jamás llegó a tomar forma.
El 25 de junio se llevó a cabo un registro en el domicilio donde Francisco Javier residía con sus padres y hermanos, y entre los objetos que se llevaron, pocos, tan solo había 2 pares de zapatillas. Unas Nike Total 90, de la talla 44,5, que estaban en un mueble del vestíbulo. En el acta se refleja que el detenido afirmó que eran suyas.
El otro par eran unas Nike de talla 41, recogidas en la habitación de un hermano de Medina posiblemente el pequeño, y el detenido les confirmó que eran de su hermano. Ya está, ningún calzado más. Es probable que en la casa hubiera varias decenas de pares de todo tipo de calzado, pertenecientes a los cinco miembros de la familia, pero no se llevaron nada más.
En realidad, como veremos, las Nike Total del 44,5 no eran de Francisco Javier, así que los agentes no se llevaron ningún calzado del detenido, ni un solo par. Ni zapatillas, ni zapatos, ni pantuflas, ni botas, ni sandalias, … nada. Uno esperaría que en un caso donde hay multitud de huellas del asesino en el lugar del crimen, los agentes se llevaran TODO el calzado del sospechoso, o al menos una buena muestra. Pero nada, parece que no estaban interesados. Pregúntese el lector el motivo.
Del registro realizado en el domicilio que estaban acondicionando Francisco Javier y Marianela para irse a vivir allí, tampoco se llevaron ningún calzado. Al parecer, tampoco les interesaba.
¿Pero qué explicación le dan la UCO, la Fiscalía o la Juez a estas zapatillas del 44,5? Ninguna. Se limitan a decir, por ejemplo, que resulta significativo (la UCO), o llamativo (la Juez). Con esos términos vacíos se envió a una persona a la cárcel y se le tuvo allí durante más de tres años.
¿Qué intentaban decir? ¿Qué una persona que tenía en su casa más de diez pares de calzado del número 42 calzaba en realidad 2 o 3 números más? Resulta tan ridículo que no se atreven a decirlo de forma explícita, así que se limitan a insinuar.
Lo cierto es que si lo hubieran querido aclarar, lo podrían haber hecho al instante. Pero el objetivo no era aclarar, era confundir, sembrar la duda. Si tenían dudas legítimas sobre esas botas del 44,5, las podrían haber aclarado de inmediato. No tenían más que buscar a un agente que calzara el 42 y a otro que calzara el 44 o 45, y decirles que probaran esas botas u otras iguales compradas en el mismo lugar.
¿Por qué no se efectuó prueba tan sencilla? La única respuesta posible a esa pregunta le dará al lector no sectario la clave para entender todo el caso. No hace falta más.
ACLARACIÓN
Pero vamos a aclarar de una vez la procedencia de esas botas, basándonos en las declaraciones en sede judicial, no en suposiciones e invenciones. El relato es el siguiente:
Al que era suegro del hermano de Francisco Javier le había regalado su mujer para Reyes unas zapatillas o botas, según lo entienda cada cual. Él también calzaba un 42. Las zapatillas del regalo no le estaban bien, y su mujer fue a cambiarlas a la tienda, y le ofrecieron las Nike 90, sin que ninguno se fijara en el número. Al ponérselas el suegro del hermano, notó que le quedaban bien. Pero después de ponérselas varias veces, se dio cuenta de que con los tacos resbalaban mucho, ya que ese calzado no está pensado para el uso diario. Como ya las había usado algunas veces, declaró que le dio apuro ir a cambiarlas de nuevo a la tienda, y simplemente las dejó de usar,
Un día que llegó su yerno a casa le ofreció las botas, y como a este le estaban bien, y también calzaba un 42, pues las comenzó a utilizar. Su hermano Francisco Javier también las utilizó dos o tres veces, y aunque parecían quedarle bien de tamaño, lo cierto es que el salían algunas ampollas y dejó de usarlas y se compró otras.
¿Por qué dijo Medina durante el registro que las botas eran suyas? Pues a saber. Pudo no entender la pregunta, o interpretar que le preguntaban si las usaba, o cualquier otra cosa. Pero el hecho es que 5 personas ( Además de Medina, su hermano, la novia de este, y los padres de ella) coinciden en el origen de esas botas, y que no hay ningún testimonio que lo contradiga.
El hecho es que las tres personas que probaron las botas calzaban el número 42, y a los tres les quedaban bien. El tallaje del calzado puede variar mucho, y no es más que una distracción. Lo importante es el tamaño, y no el tallaje.
En este punto, si algún lector todavía duda, conviene que se haga de nuevo la pregunta: ¿Por qué no se comprobó algo tan sencillo de comprobar? ¿Por qué no se probaron las famosas zapatillas o botas?
De lo que se trataba, siempre se trató, es de confundir. Ellos sabían perfectamente a qué talla le encajaban esas botas, pero se necesitaba algo, lo que fuera, para sortear el hecho indiscutible de que las huellas del asesino eran sensiblemente más grandes que las que habría dejado Medina.
OTROS TEMAS
LOCALIZACIÓN POR POSICIONAMIENTO
No sé cómo ha empezado, parece ser que alguien dijo que si descartaron a un sospechoso habría sido gracias a su posicionamiento telefónico, y de alguna forma eso pasó de conjetura a hecho incontrovertible, de modo que hoy en día mucha gente lo afirma con gran seguridad. Bueno, se puede afirmar que eso no es cierto, que ningún sospechoso pudo ser localizado con la precisión suficiente dentro de Almonte. Dos llamadas consecutivas hechas por la misma persona desde el mismo punto de Almonte se podían conectar a dos antenas distintas, haciendo imposible una localización con la precisión necesaria.
DESAPARICIÓN DE LLAVES
No consta en el sumario que hubiera desaparecido ningún juego de llaves del domicilio donde se cometió el crimen. Digo esto porque en recientes intervenciones se va diciendo que han desaparecido unas llaves, aunque cada vez parecen decir que de algún lugar diferente. Unas veces dicen que de un cajón, otras que de un armario, otras que de un portallaves que había a la entrada, y en otras ocasiones no hacen referencia al lugar, simplemente dicen que faltan. Ya no sabemos si falta un juego de llaves o media docena.
Bueno, no estaría mal si alguno de ellos, en una de sus muchas intervenciones, que suman horas y horas, nos dijera cuál es su fuente para esa o esas desapariciones. Yo, por mi parte, salvo prueba en contrario, y pese a haber visto tantos errores en este caso, voy a darle el beneficio de la duda a la UCO y suponer que no se les habría pasado por alto una desaparición de ese calado.
Mientras no se proporcione evidencia, lo voy a considerar uno de los muchos bulos que van contando en entrevistas y programas.
MÁS ADN EN LAS TOALLAS DE MEDINA QUE DE LA FAMILIA
Otro tema en el que algunos oyen campanas y no saben dónde. Donde hay más ADN de Medina que de miembros de la familia es en algunas muestras. No, en ninguna toalla el ADN mayoritario era de Medina.
ADN EN UN LABORATORIO Y NO EN OTRO
¿Por qué halló ADN de Medina Toxicología en las mismas toallas donde no lo habían hallado los técnicos del laboratorio de la Guardia Civil? El porqué está en discusión, y se puede aventurar más de una posibilidad, pero sí que se puede asegurar de forma rotunda cuáles no fueron los motivos que se van alegando, a veces por indocumentados, a veces por interesados. No fue porque un laboratorio fuera más avanzado que otro, porque al menos avanzado le sobraba capacidad. No, tampoco fue porque los análisis fueran distintos. Toxicología hizo un análisis que la GC no había hecho (STRs de cromosoma Y), pero podemos dejarlo de lado en la argumentación, porque los resultados los obtuvo también con el mismo análisis que había efectuado la GC, el de STRs Autosómicos.
Por proponer algo que pueda ayudar a entenderlo. Supongamos que un laboratorio estudia unos trozos de unas toallas con un microscopio de 20 aumentos y encuentra solo unas minúsculas fibras de color azul. Más tarde, otro laboratorio estudia otros trozos de las mismas toallas con un telescopio de 50 aumentos, y encuentra, además de las fibras azules, otras de igual tamaño y forma, pero en verde.
¿Se puede argumentar que el hecho de que el segundo laboratorio encuentre las fibras verdes es porque utiliza un microscopio más potente? No, porque se puede demostrar que esas fibras podrían ser vistas con tan solo 5 aumentos, así que el microscopio de 20 aumentos iría sobrado, como, por otra parte, había demostrado al detectar las fibras azules.
Espero que este imperfecto ejemplo, tan simple, sirva al menos para darnos cuenta de por qué son inaceptables las suposiciones e hipótesis que nos tratan de colar. Si el laboratorio de la GC no localizó ADN de Medina en las muestras analizadas tan solo puede deberse a dos motivos.
1) Por pura casualidad no lo había en ninguna de las muestras que analizaron ellos, y por pura casualidad sí estaba en muchas de las muestras analizadas por Toxicología.
2) No había ADN de Medina en las toallas cuando fueron analizadas por la Guardia Civil.
No hay más, y que no intenten confundir.
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